Fascitis plantar y espolón calcáneo
Antes de hablar de la fascitis plantar es necesario explicar qué es la fascia plantar.
La fascia plantar es un tejido fibroso y tenso que se sitúa en la planta del pie. Tiene su origen en el hueso del talón y desde ahí se extiende hacia delante hasta llegar a la base de los dedos. Su misión es mantener la curvatura de la planta del pie y amortiguar el peso y la fuerza que se ejerce sobre la misma. Así como transmitir dichas fuerzas de tensión desde los gemelos hasta los dedos.
¿Qué es la fascitis plantar?
La fascitis plantar es un trastorno doloroso que se produce como consecuencia de una irritación y posterior inflamación de la fascia. Es decir, del tejido que recubre la planta del pie.
Se trata de una patología que en el 80% de los casos afecta al talón aunque también puede manifestarse en el arco plantar o, incluso, en ambos.
Cuando la fascitis plantar no se trata y se deja pasar la capacidad del organismo para recuperarse se ve desbordada y termina por producirse una degeneración de las fibras como consecuencia de repetidos microtraumatismos.
En estos casos la fascitis plantar se convierte en una dolencia crónica que cursa con mucho dolor y que incapacita al paciente. Además, llegados a este punto más del 60% de los casos acaban dando lugar progresivamente a un espolón.
Causas y síntomas
Con el paso de los años y a medida que la persona envejece es común que la fascia plantar vaya perdiendo su elasticidad. Además, la fascitis plantar es una dolencia que solía manifestarse en deportistas (especialmente atletas, corredores y saltadores).
Sin embargo es un trastorno que cada vez está más presente entra la población no deportista. Las causas más frecuentes de su aparición son:
- Defectos en la estructura del pie: personas que tengan demasiado arco o, por el contrario, tengan los pies planos.
- Utilización de calzado con poca amortiguación.
- Padecer sobrepeso.
- Estar muchas horas de pie.
- Realizar movimientos bruscos y repetitivos.
La fascitis plantar se caracteriza por tener como principal síntoma el dolor localizado en la zona interna del talón que puede extenderse hasta el borde interno del pie.
Este dolor puede manifestarse de forma más severa al volver a caminar tras periodos de descanso como por ejemplo al levantarse de la cama o después de haber estado sentados durante largos ratos. También es frecuente que la molestia sea más aguda al ponerse de puntillas. Hacer estiramientos generalmente ayuda a mitigar el dolor.
El espolón calcáneo
Como comentábamos anteriormente el espolón calcáneo es una dolencia secundaria que se manifiesta cuando la fascitis plantar no se trata adecuadamente o se deja prolongarse en el tiempo. De manera que cuando la fascitis se cronifica puede aparecer una protuberancia ósea en el hueso del talón llamado calcáneo. De ahí el nombre de espolón (por la forma) y calcáneo (por el hueso en el que se aloja).
Al igual que en la fascitis plantar el principal síntoma del espolón calcáneo es el dolor al apoyar la planta del pie que se agrava tras periodos de reposo. También pueden aparecer pinchazos que dificultan la acción de caminar con normalidad.
Tratamiento
La fascitis plantar y el espolón calcáneo pueden tratarse con la laserterapia combinada bioestimulante. Este tratamiento tiene como objetivo:
- Disminuir el dolor y la inflamación.
- Evitar una mayor degeneración de los tejidos.
- Restablecer el equilibrio del sistema musculoesquelético.
- Conseguir una mayor calidad de vida para el para paciente.