¿Qué es?
La neuralgia es un dolor intenso que se manifiesta a lo largo de un nervio sensitivo y sus ramificaciones, o en la zona por la que se distribuye ese nervio. Es decir, la neuralgia es un trastorno sensitivo o doloroso que se produce a raíz de una lesión (sección, tracción, irritación o compresión) o bien por la disfunción de estructuras aferentes del sistema nervioso periférico.
Causas
Las neuralgias conocidas como esenciales o idiopáticas son aquellas que no tienen una causa conocida. Sin embargo, existes otros tipos de neuralgias en las que sí que se conoce y se puede identificar su causa y son las denominadas neuralgias secundarias.
Las neuralgias secundarias se deben a la existencia de una lesión que comprime el nervio afectado como puede ser un tumor, malformaciones vasculares o enfermedades infecciosas (herpes zóster) y desmielinizantes (esclerosis múltiple).
Pero existen más factores que influyen también en la aparición de neuralgias como:
- Enfermedades renales crónicas.
- Irritación por químicos.
- Medicamentos como cisplatino, paclitaxel o vincristina.
- Traumatismos.
- Cirugías.
- Diabetes.
- Trastornos de la sangre como la porfiria.
Síntomas
Entre los síntomas de la neuralgia a nivel general (cada tipo puede tener unos síntomas específicos) cabe destacar:
- Debilidad o parálisis de los músculos inervados por el nervio afectado.
- Crisis de dolor agudo, punzante o como de descarga eléctrica a lo largo de la ruta del nervio. Estas crisis pueden ser constantes, intermitentes o empeorar con el movimiento de la zona afectada.
- Aumento de la sensibilidad de la zona afectada de forma que el contacto o la presión de la misma puede provocar dolor.
Tipos de neuralgia
Como se comentaba en apartados anteriores, la neuralgia se puede clasificar en función de su causa:
- Neuralgia esencial o idiopática: aquella que no tiene causa conocida.
- Neuralgia secundaria o sintomática: cuando sí que se logra determinar la causa que la ha provocado.
- Neuralgia clásica: se emplea para aquellos casos en los que se presentan los síntomas típicos de la neuralgia con independencia de si se a logrado demostrar o no la existencia de una compresión vascular y su causa.
Otros tipos de neuralgia:
- Neuralgia del trigémino: también conocida como tic doloroso, se trata de una patología crónica que afecta al nervio trigémino (uno de los nervios más largos de la cabeza). Esta patología provoca episodios de dolor facial y ardor extremo que pueden durar desde unos segundos hasta dos minutos. Suele darse en personas mayores de 50 años y es más frecuente en mujeres que en hombres. Acciones como maquillarse, lavarse los dientes, hablar o reír pueden desencadenar las crisis.
- Neuralgia del glosofaríngeo: se da con poca frecuencia y la mayoría son de tipo idiopático, aunque se ha establecido como principal causa de esta neuralgia la compresión del nervio glosofaríngeo por la arteria cerebelosa posteroinferior. Esta patología provoca dolor severo, súbito y punzante en la región posterior de la faringe y la base de la lengua pudiendo extenderse a la mandíbula y el oído. Puede manifestarse en acciones tales como tragar, hablar o bostezar.
- Neuralgia occipital: este tipo de neuralgia aparece como consecuencia de la irritación de nervio occipital (también conocido como nervio de Arnold) situado en la parte posterior de cuello. Puede deberse también a otras causas como traumatismos o compresiones. Provoca dolor intenso, punzante, ardor o incluso sensación como de corriente eléctrica que puede aumentar al mover la cabeza o al ejercer presión en la zona afectada.
- Neuralgia postherpética: se trata de un dolor continuo a lo largo de un nervio o sus ramificaciones que darse tras la desaparición de las lesiones cutáneas del herpes Zóster.
Diagnóstico y tratamiento
A la hora de diagnosticar las neuralgias el especialista realizará toda una serie de preguntas para definir el tipo de dolor, en qué situaciones y cuál es su duración. Así como un examen físico. Pero, además, el médico puede solicitar una serie de pruebas complementarias para descartar otras patologías e identificar el problema que está afectado al nervio como: análisis de sangre, examen neurológico y resonancia magnético.
Una vez diagnosticada y en función del tipo de neuralgia y su grado los posibles tratamientos van desde la farmacología hasta la cirugía. Pero, además, la fisioterapia es realmente efectiva para estas dolencias. El tratamiento manual ayuda mucho a la hora de liberar al nervio de la compresión que lo daña.
Sin embargo, hoy en día existen tratamientos innovadores capaces de dar solución al dolor y los problemas derivados de la neuralgia cuando los tratamientos tradicionales fallan. Un ejemplo de esto es la terapia láser combinada bioestimulante.
Se trata de una forma muy específica de usar la magnetoterapia y la laserterapia entre otros métodos con el objetivo de reducir el dolor y la falta de movilidad, provocadas por la neuralgia, gracias a sus propiedades analgésicas y antinflamatorias.