Varón de 53 años entra en consulta diagnosticado de fisura de cartílago y rotura de menisco, por dolor continuo diurno en toda zona anterior, externa e interna de la rodilla.
Presenta importante inflamación en cara anterior de rodilla, dolor permanente que aumenta de forma importante cuando está de pie, está sentado, a la flexión de rodilla prolongada, también refiere sensación de “roce de hueso” al estirar; cuando está de pie aumenta la inflamación.
Hace 5 años fue operado mediante artroscopia de rotura degenerativa del menisco interno.
Hace 2 años volvieron a aparecer los dolores y la inflamación a la bipedestación continuada. Se trató con plasma enriquecido y con osteopatía sin ninguna mejora.
El paciente presenta informe de Resonancia Magnética donde dice: “Desestructuración postquirúrgica de menisco interno, lesión osteocondral en cóndilo femoral interno. Rotura degenerativa de menisco externo. Fisura en cartílago de región anterior de cóndilo femoral externo.”
Con la 1ª y 2ª sesión de terapia láser bioestimulante, disminuye el dolor general de la rodilla y la inflamación. Como el paciente se encontraba bien, permaneció 6 horas de pie ( completamente desaconsejado al inicio de tratamiento), volviendo a aparecer el dolor y la inflamación.; con la 3ª, 4ª y 5ª sesión vuelve a disminuir el dolor y la inflamación. Con la 3ª sesión le recomiendo ejercicios específicos diarios. Después de la 4ª sesión desaparece por completo la inflamación y el dolor. Con la 5ª sesión el paciente puede permanecer de pie 1 hora sin que aparezca dolor ni inflamación.; con la 6ª, 7ª, 8ª y 9ª sesión se continua estimulando las zonas de apoyo de la rodilla con el objetivo de la incorporación al deporte. El paciente aumenta el número de repeticiones de los ejercicios.; con la 10ª, 11ª y 12ª sesión el paciente empieza a nadar a crol y espalda al tiempo que sigue con los ejercicios, teniendo buenas sensaciones.; con la 13ª sesión empieza a correr 20 minutos en días alternos sin manifestar inflamación ni dolor.